lunes, 25 de enero de 2016

De raíz.


El majestuoso sin sentido de cada uno de tus respiros, mi vida.
Lo sublime de aparecer una vez y no volver jamás. 

Me lo habían dicho pero era cierto. Mentiría si te dijera que no esperaba encontrar nada, porque ansiaba recorrer el camino sintiendo lo que había sentido la primera vez que había estado en aquel lugar. De pronto encontré algo, alguien, me miro con el cristal que a veces dicen que me miran, diciendo cosas que ni si quiera yo se de mi misma, quisiera parecer sorprendida pero nada me conmueve. El cuerpo acepta sonriendo las monedas falsas hasta que se consume el momento.
Inevitablemente las deshecha, porque de nada sirven los collares de cuentas.

Intento explicar: No es que este peleada con todo, solo que a veces necesito de este conflicto para sentirme viva, aunque jamás lo logre. Siento la constante necesidad de explotar ya sea de placer o dolor, en ese punto da igual, me parecieran la misma cosa. Solo quiero el éxtasis efímero que me produce lo inesperado, las pasiones violentas, el caos. Es tan fácil hablar del caos, aunque el peso de las palabras sea descomunal. 

Me mira sin comprender, la platica nunca es amena y el poco placer de beberse las noches no es suficiente, nunca nada parece suficiente para conmoverme de raíz. Lamentable.






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